..., salen los cuerpos de la sangre..., sanan...,
sobre el responso de la aurora.., te doy mis manos para rezar...,
el silencio de las almendras en la noche..., almanaques colocados en el
vendaval...,
..., un dìa de dios...,
un dìa para que los cuerpos reposen en el cielo...,
cuando el cielo està blanco...,
NOS PONEMOS MEJOR...,
me encantan los dìas asì...,
dentro de los sueños...,
me encantan los dìas dentro de los dìas de los sueños...,
(cuando los ensueños se acobardan y se van)
..., a mirar a otros sueños...,
a deshojar el silencio dentro de La Voz...,
del sueño...,
que es tu voz,
acompañàndome en el último sueño hasta ahora...,
dejando que la vigilia no me acorrale...,
que mi piel insurrecta me tenga piedad,
debajo de los pies...,
los mejores sueños son reales...,
y todo se vuelve cobardìa...,
anàrquicamente te abandono,
a la suerte de la luz...,
que no es "tu" luz,
LA LUZ ES UNA SOLA,
debajo de tus ojos,
las monedas se disparan hacia la fuente de las Nereidas,
bajo el agua..., platean tus circunvoluciones...,
haciendo que tu destello sea LÌNEA...,
pero no sos lineal para mì,
te escapas entre las ramas de luz,
entre el estallido de las linternas en el rìo,
en la litera de las sedes,
en donde tu Sed es ùnica...,
tras las claraboyas,
el latido de tu luz,
es la sangre de mi invención,
es la angustia de mi corazòn...,
cuando su piel...,
se abandona por las calles,
cuando los estibadores se pierden...,
en la piedad del paisaje...,
sòlo me queda el sueño de tus manos,
que me ahogaron en la felicidad...,
sólo tengo la sombra bajo mis manos.
la luz sobre mis manos...,
y detràs,
el espejo del viento,
la eyaculaciòn de tu honor,
la clepsidra de tu deseo,
el hinojo de la lluvia,
el clarinete del clèrigo,
en la montaña de sensaciones que nunca nos abandonaràn...,
mientras descendemos a otro sueño...,
alguien dice: "POR DEFINICIÒN..., EL SUEÑO JAMÀS SERÀ SEDENTARIO"...,
pero me agarra sed y me despierto,
seco y mojado,
en seco me voy a tu deseo...,
en la poluciòn de las manos,
respira el plomo de tu sonrisa,
la plomada de esta psiquis,
en el ùltimo sueño de la ciudad...,
..., y tengo cuidado de no quedar,
en una sola edad...,
y sueño y despierto,
y soy el ùltimo haz.
sobre el responso de la aurora.., te doy mis manos para rezar...,
el silencio de las almendras en la noche..., almanaques colocados en el
vendaval...,
..., un dìa de dios...,
un dìa para que los cuerpos reposen en el cielo...,
cuando el cielo està blanco...,
NOS PONEMOS MEJOR...,
me encantan los dìas asì...,
dentro de los sueños...,
me encantan los dìas dentro de los dìas de los sueños...,
(cuando los ensueños se acobardan y se van)
..., a mirar a otros sueños...,
a deshojar el silencio dentro de La Voz...,
del sueño...,
que es tu voz,
acompañàndome en el último sueño hasta ahora...,
dejando que la vigilia no me acorrale...,
que mi piel insurrecta me tenga piedad,
debajo de los pies...,
los mejores sueños son reales...,
y todo se vuelve cobardìa...,
anàrquicamente te abandono,
a la suerte de la luz...,
que no es "tu" luz,
LA LUZ ES UNA SOLA,
debajo de tus ojos,
las monedas se disparan hacia la fuente de las Nereidas,
bajo el agua..., platean tus circunvoluciones...,
haciendo que tu destello sea LÌNEA...,
pero no sos lineal para mì,
te escapas entre las ramas de luz,
entre el estallido de las linternas en el rìo,
en la litera de las sedes,
en donde tu Sed es ùnica...,
tras las claraboyas,
el latido de tu luz,
es la sangre de mi invención,
es la angustia de mi corazòn...,
cuando su piel...,
se abandona por las calles,
cuando los estibadores se pierden...,
en la piedad del paisaje...,
sòlo me queda el sueño de tus manos,
que me ahogaron en la felicidad...,
sólo tengo la sombra bajo mis manos.
la luz sobre mis manos...,
y detràs,
el espejo del viento,
la eyaculaciòn de tu honor,
la clepsidra de tu deseo,
el hinojo de la lluvia,
el clarinete del clèrigo,
en la montaña de sensaciones que nunca nos abandonaràn...,
mientras descendemos a otro sueño...,
alguien dice: "POR DEFINICIÒN..., EL SUEÑO JAMÀS SERÀ SEDENTARIO"...,
pero me agarra sed y me despierto,
seco y mojado,
en seco me voy a tu deseo...,
en la poluciòn de las manos,
respira el plomo de tu sonrisa,
la plomada de esta psiquis,
en el ùltimo sueño de la ciudad...,
..., y tengo cuidado de no quedar,
en una sola edad...,
y sueño y despierto,
y soy el ùltimo haz.
La belleza es el sueño de los pillos inocentes!
ResponderEliminarEllos inventaron las manos del viento que atan los ensueños y entrelazan los mundos...
Ellos son la vanguardia del próximo celo fecundo,
Ellos se multiplican en la ósmosis del silencio
y nos regalan la Regla de la Suspensión del Tiempo que todo lo rige, la Indiferencia Crónica del Amor Verdadero...
Antares